Hacía tiempo que no pasaba una tarde de sábado tan fantástica; a una amiga se le ocurrió que podríamos ir a hacer una excursión vespertina y ver los tajinastes, que en esta época están florecidos.
El tajinaste rojo es una variedad del género Echium wildpretii, endémica de la isla de Tenerife y su nombre proviene del idioma guanche; esta planta florece solo una vez en su vida, que dura dos años.
Se dan a gran altura y de eso no nos falta en esta isla; subimos desde Santa Cruz rumbo a La Laguna y de allí por la carretera dorsal hacia el Parque Nacional de el Teide.
La carretera a partir de La Esperanza transcurre a través del monte y como su nombre bien indica se desliza por el dorso de la cordillera; de hecho hay momentos en los que los árboles nos permiten ver las dos vertientes de la isla, por el norte La Orotava y Puerto de la Cruz, hoy cubiertos por el mar de nubes y por el sur Arafo y Guimar, con sus volcanes respectivos que se aprecian perfectamente desde esta altura.
Un poco antes de llegar al Parque, se encuentran a la izquierda las instalaciones del Observatorio de Astrofisica de Canarias que cuenta con uno de los más potentes telescopios que existen en Europa.
Ya empezamos a ver las retamas con su flor blanca y bien cuajaditas, las jaras de las cañadas, y las margaritas; las violetas del Teide se encuentran a mayor altura , en la misma montaña y es difícil encontrarlas en sitios accesibles.
Una vez ya dentro y en el circo, cerca de la montaña mostaza (llamada así por su color) y la montaña blanca (de piedra pómez) nos encontramos a una altura de 2100 metros y aparecen los tajinastes, al principio tímidamente y después ¡¡¡ que espectáculo de la naturaleza.... indescriptible... bellísimo !!! en todo su esplendor, formando bosques y con diversas formas y tamaños en el llano de Ucanca, pienso que nunca en mi vida podré volver a ver nada tan impresionante.
Todo lo que quisiera tratar de describir se quedaría corto ante tanta belleza y perfección; es sencillamente un regalo para los sentidos, por eso he intentado fotografiar también el entorno, caminando y adentrándome a través de los "riscos", que, para los que no lo sepan es completamente volcánico, con alturas de vértigo y con contrastes de materiales.
Los ríos de lava donde se ven perfectamente el producto de las erupciones, y que están hechas de basalto, o cenizas, o piedra pómez, o azules de azufre.
Presidiendo todo, el padre Teide.... majestuoso.